

Aprovechando las instalaciones de AZTI en el muelle de Herrera del Puerto de Pasaia, durante los últimos diez años se han colocado diferentes equipos que registraron la altura de la superficie del mar en aquellas situaciones en que las predicciones advertían de la inminencia de algún temporal de características extraordinarias (los ahora conocidos como ciclogénesis explosivas: Klaus, Hércules, etc.). El objetivo de las medidas fue evaluar el riesgo de inundación de esos eventos en áreas protegidas del oleaje (puertos, estuarios y desembocaduras de ríos).
El mareógrafo de Pasaia, instalado en 2015, recoge la información sobre la altura del nivel del mar con una frecuencia de 1 medida cada 5 segundos. A partir de esta serie de datos intensiva es posible separar los diferentes procesos que intervienen en la señal del nivel del mar: marea astronómica, marea meteorológica y agitación portuaria.
El conjunto de los tres procesos, marea astronómica, marea meteorológica y tiene un impacto significativo en la franja costera que puede verse inundada y afectada por las olas en situaciones de temporal marítimo.